La cuenta atrás para el verano

La Vecina Rubia

Nunca pensé leer esta novela de La Vecina Rubia, aunque el título me enganchaba…

Acaba de leer “Primer Amor” de Gándara. Después de unos días cogí de la biblioteca una deuda aplazada desde hace más de treinta años: “La Soledad era esto” de Millás y la leí de un tirón.

Y como digo…nunca pensé leer esta novela de La vecina rubia, aunque el título me fascinaba. Había tenido el libro entre mis manos varias veces en distintas ocasiones y en diferentes librerías. Me echaba para atrás al leer las primeras páginas y ver que era una adolescente, algo que al final me atraparía sin poder remediarlo, porque la primera parte, los capítulos de NACHO forman ya una novela, además una buena novela.

La vecina rubia desarrolla en esa primera parte toda la sensibilidad y ternura que se les puede suponer a unos personajes adolescentes que viven descubriendo el amor, y por supuesto, el mundo de los adultos con todas las dificultades que ello conlleva.

Todavía no he averiguado por qué la segunda parte, LA AMISTAD me hizo retroceder en mis impresiones, tal vez la abundancia de tópicos o idealizar la primera juventud hacía que me pareciera que la narración descendía de forma vertiginosa. No tengo claro si era descender demasiado en la narración… no lo sé y no quiero averiguarlo porque enseguida se me pasó y fue sólo en un pequeño tramo de la novela al que no quiero regresar

Empecé a leer La cuenta atrás para el verano en Madrid. Tenía que salir de viaje y pensé en dejar la novela en casa para continuar leyendo a mi regreso. Al final me la llevé. Pasé un par de días en Salamanca y en los tiempos muertos leía sin parar. En los días de Oporto me enamoré de la vecina rubia. En Oporto llegué a un clímax del que ya no había retorno. De regreso a Salamanca devoraba las páginas y ya en Madrid, en casa, no pude parar hasta terminar.   

Infinidad de anécdotas

Aunque me ha interesado leer toda la novela y reconozco que he disfrutado mucho con las anécdotas, esa infinidad de anécdotas, a mi modo de comprender la narrativa, ocupan una extensión demasiado grande, pero no por ello hacen de esta novela una mala novela, lo que sí hacen es ocupar un espacio que a veces roza la banalidad y la dilatan hasta casi seiscientas páginas ¿Era necesario? Pues seguramente sí, porque para contarlo igual hay ser conservador con el hilo narrativo tal y como lo dictan los recuerdos. O porque en lo autobiográfico, de esos recuerdos que se atesoraron con tanto cariño, no se puede prescindir.

A mi padre, la persona que me acompaña en cada arcoíris

La vecina rubia dedica de esta manera la totalidad de la novela a su padre. En la novela el padre de la protagonista es un personaje fundamental. El amor y la admiración que le profesa están presentes en todo momento y dan seriedad y una solidez a la novela que de otra forma no hubiera podido tener. Aunque hay unos capítulos exclusivos al padre denominados, PAPÁ, está presente durante prácticamente toda la narración. Las páginas que ocupa son muchas en la cronología de la narración. En los años que nos acompaña el padre hay una mayor consistencia narrativa, son momentos donde merece la pena detenerse, leer con más atención ya que están alejados de tópicos al reflejarse más lo particular de una relación.

No quiero ponerme serio y para concluir y recomendar esta novela titulada de forma magistral: LA CUENTA ATRÁS PARA EL VERANO, he de decir que al enamorarte de La vecina rubia, acabas por querer a todas y cada una de sus amigas y amigos. No te queda más remedio.

La Vecina Rubia
La cuenta atrás para el verano: La vida son recuerdos y los míos tienen nombres de persona

La cuenta atrás para el verano

LA VIDA SON RECUERDOS Y LOS MÍOS TIENEN NOMBRES DE PERSONA

¿Sabrías decir cuántas personas han formado parte de tu vida y cuántas han sido capaces de cambiarla? Las últimas son las que realmente importan.

Lauri, la primera y más responsable amiga de la infancia y Nacho, mi primer amor de la adolescencia. La malhumorada y siempre sincera Lucía, la calmada Sara y el sarcástico Pol. También Álex, el que siempre vuelve, y la única mujer capaz de susurrar gritando, Laura. Y por supuesto, MI PADRE, en mayúsculas.

La cuenta atrás para el verano entrelaza en el tiempo, la vida de una rubia, que soy yo, y la de las personas que han supuesto el aprendizaje más útil que atesoro, porque en el fondo, conocer a las personas más importantes de tu vida es conocerte a ti misma.

Nombres propios que me ayudaron a dar el salto desde la adolescencia a la madurez, despeinándome en el camino el pelazo, pero construyendo un cerebro debajo.

Esta novela está basada en ilusiones reales que me he inventado algunas veces. Reconocer cuáles es algo que estará dentro de cada una de nosotras.

La vecina rubia