de (Autor) Ricardo F. Colmenero
Nunca conocí a Antonio Escohotado, ni siquiera sabía de él cuando en un viaje en Avión a Buenos Aires conocí a Daniel, Comandante de la nave, una estupenda persona. A partir de ahí lo busqué en la Red y visioné muchas de las entrevistas que le hicieron. Rescato aquí una parte manuscríta de una de aquellas entrevistas:
En el año 2013, En El Loco Soy Yo de Canal Sur, Jesús Quintero entrevista a Antonio Escohotado:
Jesús Quintero le pregunta…
¿Qué le inquieta de lo que estamos viviendo señor Escohotado?
Ay dios mío, pues la verdad es que cada vez me inquietan menos cosas. Tenía mucho miedo, cuando era joven, que al hacerme viejo las cosas se tornasen dramáticas, ahora empiezo a naufragar en la autocomplacencia (se encoje de hombros) me doy cuenta de que no podría haberlo hecho mejor de lo mal que ya lo hice… miro muy tranquilamente lo que me espera, demasiado tranquilamente, me parece que, me estoy consintiendo.
¿Así vive el paso del tiempo?
Así lo estoy viviendo sí, es una cosa extraña. Desde que era un chaval decía yo, dios mío, ya me veía yo en la cama rodeado más o menos por la familia y siempre pensando decirles, no temáis, es más fácil de lo que parece. Si, ahora ya cuando la cosa se torna inminente, ni familia ni más fácil de lo que parece, sino, que gozada al final he encontrado lo que siempre quise, unas personas a mi alrededor que no me piden más de lo que puedo hacer… y yo que sigo queriendo saber; el amor al saber, la curiosidad, el asombro… eso es lo que me sostiene, yo creo que eso puede sostener a cualquier ser humano, masculino o femenino, de cualquier parte. Lo que pasa es que tiene que surgir esa llama. En el momento que esa llama surja…
Resulta que tenemos internet, la felicidad universal, la paz perpetua, el goce sublime, la realidad absoluta.
En este Libro…
A punto de cumplir ochenta años, Antonio Escohotado decide dejar su casa y a su familia en Madrid y refugiarse en una cabaña de la isla de Ibiza para pasar sus los penúltimos días de su vida.
Convencido de que uno de los hombres más inteligentes de la tierra guarda el secreto del sentido de la vida y la inmortalidad del alma, el periodista Ricardo F. Colmenero se hace pasar por traficante de hachís y jugador de ajedrez para recoger los restos inmortales del comunista, del voluntario del Vietcong, del directivo del Instituto de Crédito Oficial, del presidiario, de la cobaya de estupefacientes, del primer repudiado por políticamente incorrecto cuando aún no existía lo políticamente incorrecto, del escritor, del filósofo, del abogado, del economista, del astrofísico, del traductor de Newton y Hobbes, del líder espiritual de Calamaro, del enemigo de Maradona.
«Muchacho, soy un chalao, no te olvides. Soy muy consciente de que soy un chalao».
Reconozco que me entristeció saber que este domingo murió a los 80 años en Ibiza.

Su obra más conocida dicen que era Historia general de las drogas: